Vi esta película nominada para el Oscar, así como su intérprete femenina y me pareció una excelente obra fílmica, del mejor arte, puesto al servicio de una narración activa y de interpretaciones magistrales. "Brooklyn" trata sobre la inmigración irlandesa a Estados Unidos en la década de los 50, y lo primero que salta a la vista son sus grandes diferencias con otra obra magna, "Pandillas de Nueva York", anterior en el tiempo, del siempre interesante Martin Scorsese, con Leo Di Caprio y Daniel Day Lewis. Esta obra sangrienta, violenta y sádica nos mostraba cómo se había llevado a cabo el inicio de lo que sería Nueva York mediante el enfrentamiento de dos pandillas de irlandeses, cómo había sido su fundación a costa de sangre, violencia y muertes. "Brooklyn" nos presenta una Nueva York ya fastuosa, separada por el famoso puente de Brooklyn, el barrio bajo y lleno de inmigrantes (acá parecería que la mayoría fueron irlandeses).
Ellis Lacey (la maravillosa y bellísima Saoirse Ronan) quien al principio se nos demuestra como una chica común, pero a poco de entrever sus ojazos verde agua y su sonrisa constante nos enamora a todos desde la pantalla, es irlandesa de origen, vive en un pueblito con su hermana Rose y su madre viuda, trabajando en una tienda donde es maltratada por su sádica dueña y un buen día decide irse a América a probar fortuna. Dos momentos de esta partida son fundamentales, la zarpada del puerto y el cruce de la puerta que le da acceso a Estados Unidos, las dos filmadas en sendos ralentis que impregnan de un aura poética y nostálgica la situación. En la despedida del puerto hay llantos por ambas partes (la que se va y los que quedan) y la vida en el barco puede suceder ingrata para una viajera de tercera clase que por la comida que le ofrecen tiene que evacuar diarrea y vómitos en un balde de incendios a la noche ya que el baño -compartido- permanece cerrado. Ellis es la chica perfecta, no sale con chicos, usa falda a media pierna, no fuma ni bebe, no se maquilla, es constante, trabajadora y para colmo, sensible.
Consigue trabajo en una gran tienda de las que abundaban en Norteamerica en la década del 50 (parece la tienda en la que trabajaba la protagonista de "Carol", también para la misma época) y se hospeda en casa de Mrs Kehoe (una avejentada y estricta Julie Walters, tan alejada de "Educando a Ritta" o de "Billy Elliot") y consigue, por medio de un sacerdote, el padre Flood (el siempre eficaz Jim Broadbent con sus profundos ojos azules y su aire bonachón) que le financien sus estudios en la universidad para recibirse de contadora. Por supuesto pasa todos los exámenes con éxito y logra recibirse, igual que su hermana en Irlanda.
En un baile conoce un chico de origen italiano, Tony Fiorello, con quien empieza a salir y que se enamora perdidamente de ella (y ella de él). Por supuesto, es el auténtico "caballero" de esos años, la va a buscar al trabajo, la invita a comer, al cine, a pasear o a nadar y se le declara con muy poco beso. Ella conoce a su familia y todo parece ir viento en popa. Pero sucede que de golpe y porrazo se muere la hermana de ella y debe viajar urgente a Irlanda. Antes de irse, Tony le pide de casarse con él, por si acaso... (lo bien que hace). A iniciativa de ella tienen su noche de bodas el día antes de unirse por civil y la pasan bomba. Al día siguiente se casan legalmente y ella viaja a su pueblo. Pero allí la espera su madre con la reciente pérdida de su hija Rose y una amiga que va a casarse dentro de poco. Le pide que asista a la boda. Y de paso cañazo, le presenta a Jim, un apuesto joven rugbier compañero de su novio y trata de hacerles gancho. Y Ellis no revela en ningún momento que ya está casada, deja que las cosas transcurran y, mientras no contesta a las cartas de Tony, se va enamorando progresivamente de Jim y él de ella. Calculen, es la provinciana que vuelve de Estados Unidos con otra cultura, otra prestancia y otro "charme". Jim llega a presentarle a sus padres en una tarde de té y a insinuarle matrimonio para retenerla en Irlanda. Algunos trabajos se le presentan, ya como eficiente contadora y se le promete buena remuneración si se queda a trabajar allí. Pero la malvada señora Keller -la misma que la empleaba en la tienda antes de irse- la manda a llamar para decirle que sabe que ella está casada por los Estados Unidos con un italiano y frustrar su romance con JIm. Ahí le declara a la madre su casamiento y que debe regresar inmediatamente a Norteamérica. Lo deja plantado al bueno de Jim y regresa en brazos de su Tony. Todo muy lindo. Terminó la película.
El film está dirigido con muy buena mano por John Crowley y es sumamente llevadero, se pasan rápido las casi dos horas de metraje y se disfruta verdaderamente, no sólo por un guión bien estructurado, sino sobre todo por la química de los actores que hacen suyo cada fotograma a fuerza de encanto, belleza y talento. La música -todo jazz de los 50 con algún tímido comienzo del rock- está muy bien elegida y es un placer para los oídos. La película no "divierte" (ya que "divertir" es apartar de lo importante) sino que nos permite "pasarlo bien", que es muy diferente. Realmente es un regalo para el espectador quien comparte alegrías, emociones, tristezas, incertidumbres, amores y desamores de esa protagonista excluyente que es Ellis. La producción del film es irlandesa y canadiense y está muy bien pensada y muy bien reconstruida la época, con sus coches, vestidos y ambientes. La recomiendo enteramente, vayan a verla al cine ya que todavía se está exhibiendo o sino hagan como yo que me la bajé del Torrent...
Gracias por leerme nuevamente hasta acá.
El Conde de Teberito (un crítico independiente). Y perdón por contarles el argumento, pero la explicación lo hacía necesario.
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