miércoles, 7 de abril de 2021

Mi crítica de "Protocolo Macoco" (Zoom)

 https://www.teatrix.com/ver/protocolo-macoco


Es muy poco lo que pueda comentar de esta experiencia vía zoom del grupo Los Macocos, que Teatrix tuvo la desafortunada idea de citar para provocar carcajadas... Una abulia total es lo que me provocaron estos muchachos, a saber: Daniel Casablanca, Martín Salazar, Gabriel Wolf y Marcelo Xicarts, tan alejados del humor como lo puede estar una hormiga de un elefante. No tienen la menor gracia, sus libretos son inexistentes y carentes del menor grado de comicidad, sus actuaciones, lamentables y lo que es peor, se creen un grupo de prestigio y éxito.

¿Qué se puede agregar sobre la pandemia que todos los humoristas -caí en mi propia trampa, llamar humoristas a todos estos cómicos de churrasquería- del planeta no hayan abordado ya? Están los tópicos del barbijo, del alcohol en gel, de no darse la mano, de la distancia social, de salir a hacer las compras vestido de astronauta, de las charlas con distintos profesionales por zoom -llegamos al "ingenio" de un paciente al que lo atiende su analista  sentado en el inodoro haciendo sus necesidades, el colmo de la fineza, ¿vio doña?- o todas las mil y una escatologías a que son tan propensos estos muchachos, cuando no raya en la soberana estupidez. La presentación dura sólo 45 minutos pero parecen eternos, como todos los infiernos. Y es hora de preguntarnos, ¿es esto humor? ¿a cuánto chanta estamos bancando esperando que nos saque una sonrisa? Ya es tiempo de poner blanco sobre negro y decirle a todos estos imbéciles que se dediquen a otra cosa, y que si no supieron tener ninguna otra profesión salgan a cartonear, pero que no nos embauquen más tratando de pasar por comicidad la chatura más ramplona, la estupidez vestida de oropeles, la hemorragia cerebral confundida con el verdadero proceso creativo. Estoy cansado de tanto inútil que se cree que por tener pantalla me va a hacer reír. Ya es hora de que lean un poco a Bernard Shaw, o a Oscar Wilde y aprendan de qué va la ironía, que no es otra cosa que el más sano producto de la inteligencia.
No los tolero más, IMBÉCILES. Vean las películas de Chaplin, de los Hermanos Marx, de Woody, de Billy Cristal o de Alan Alda, por citar contemporáneos profesionales del humor y aprendan. Que hay que tener TALENTO además para hacer desternillar de risa. Lo demás es una costra sucia que se olvida pronto. Como dijera Pinti: dura lo que un pedo en un canasto.
Y gracias por seguir leyéndome y espero sus prontas devoluciones y comentarios.
El Conde de Teberito (un crítico independiente).

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