Vi esta interesante película de Gracia Querejeta que me resulto sumamente atractiva. Narra la desastrosa vida de un chico de 14 años y su relación con madre, abuelo, amigos, chicas, etc. que en todos los casos deja mucho que desear en cuanto a la rebeldía propia de su edad y un estado anímico que no le resulta cómodo de llevar. Digamos en principio que es una película de pérdidas. Así como Jon pierde su escolaridad y perdió a su papá -quién a su vez había perdido a su esposa en brazos de otro hombre, para luego perderse él mismo en un suicidio-, Elsa, la pretendiente a novia de Jon pierde la memoria, Nelson, el rival de Jon pierde la vida en una pelea, el abuelo pierde a su esposa por no tolerarse y está a punto de perder a la mujer que ama por no dar el brazo a torcer. Digamos también que Jon tiene comportamientos suicidas (la primera escena, con la bicicleta desafiando al camión; el juego de automutilación con el cortaplumas; las peleas entre chicos que lo dejan en un coma, etc.). El guión de Gracia Querejeta está bien narrado, es agudo y perspicaz si bien necesitaba un poco más de humor -o por lo menos una mirada más irónica del mundo adolescente-, pero es llevadero y consigue atrapar la atención.
martes, 6 de octubre de 2020
Mi crítica de "15 Años y un Día" (Cine)
Todo empieza cuando llaman a Margo (Maribel Verdú) y a su hijo Jon (Arón Piper) del colegio para anunciar que lo van a expulsar por tres meses debido a su malísima conducta, que va desde llamar vieja vaca gorda a la cocinera hasta sacar las bisagras de la puerta de clase para que un profesor se la lleve puesta. La madre, indignada, y con todo el tiempo del mundo con su hijo en casa -ella es actriz que no queda nunca en un casting-, y frente a que su criatura ha envenenado al perro del vecino porque éste lo pasaba a su casa para que hiciera sus necesidades y volviera, decide enviarlo una temporada a casa de su abuelo. Max (Tito Valverde) no es exactamente un viejo gruñón pero sí es amigo de la disciplina militar y las buenas costumbres, ya que estuvo enrolado en el ejército por muchos años. Ahora vive retirado en su casa en la playa, una casa sin televisión, ni internet ni teléfono celular, en dónde Jon se encuentra como sapo de otro pozo. En la primera noche juntos, les entran a robar a la casa, y Jon le dice al abuelo que le han robado su computadora, teléfono celular, iphone y no sé cuántas cosas más. Al día siguiente hacen la denuncia en la comisaría con la inspectora Aledo (Belén López) que es la novia de su abuelo, para decirle después que en realidad no tenía nada de esas cosas, que lo dijo para que el seguro se las pagara y así poder comprarlas. El severo abuelo no puede entender cómo se puede ser tan ruin y vuelve con él a la seccional para declarar que todo eso era mentira. En la comisaría hay otro chico un poco mayor que Jon, a quien tienen demorado por haber orinado en la estatua de un escritor del pueblo, que resulta ser Nelson (Pau Poch), el novio de Elsa (Sfía Mohamed), la atractiva jovencita del locutorio donde atiende a Jon para que hable por skype con su madre. Ahí también va el abuelo a comprarle un celular a su nieto para que pueda estar conectado. Los rasgos de cariño de Max, este viejo sólido y recto, son contados pero son muy explícitos. Y como no sabe programarlo, lo hace por él Elsa, y con eso tiene el número de Jon, tanto como para mandarle un mensaje para verse. Ahí le cuenta que a ella le gustaba el colegio -lo contrario que a él- pero que no tiene memoria y no puede asimilar los datos, y que trabaja de peluquera lavando el pelo para ayudarse en el trabajo del locutorio, y le muestra sus manos que están ásperas a causa del jabón y cree que así resulta menos atractiva para los chicos. Jon le alaba sus manos y le dice que son suaves y que él es de fijarse mucho en las manos de una chica.
Max ha tomado a un chico de la misma edad de Jon, Toni (Boris Cucalón) para que le dé clases y así no pierda el año lectivo, pero su nieto es rebelde y se resiste a que un sujeto de su edad le enseñe. Así un día aparece la pintada "Toni maricón" en su casa, y ante la duda, Max se la hace pintar con pintura blanca a Jon -ante las protestas de éste-. En el puesto que Nelson tiene en el mercado, Jon recupera la condecoración del ejército que le habían robado a su abuelo, y se golpean con su contrincante Nelson por ella -y veladamente porque éste sabe que le gusta su novia-. El abuelo cura el moretón de su nieto y deja entrever que se arrepiente de haber estado en el ejército. Mientras, sale con la investigadora de la comisaría. Ésta le hace ver que es muy severo con su nieto y que lo más normal es que se le rebele. Jon se hace amigo de toda la pandilla de ecuatorianos, como los conocen a los jóvenes delincuentes que lidera Nelson. Y planean de jugar un torneo al fútbol. Jon habla con su novia Nerea por las computadoras del locutorio y lo ve Elsa, quien se desilusiona. Para jugar el campeonato, Jon necesitaba unas zapatillas que no tenía, y su abuelo va con él y le compra los botines. Pero Jon insulta a Toni quien abandona las clases, Max lo advierte y se enoja a tal punto con su nieto que le tira los botines a la basura. Jon le contesta de mala manera y el abuelo le da un cachetazo. Parece ser Toni el culpable de que Jon no pueda jugar al fútbol -Jon debería haber sido argentino, siempre echándole las culpas al otro y nunca asumiendo las propias-, entonces la pandilla decide ir a darle una paliza al profesor de Jon.
Max recupera dulcemente los botines del nieto limpiándolos, recogidos de la basura, y en ese momento lo llaman para decirle que Jon está gravemente herido. Sale corriendo para el sanatorio pero nadie sabe darle una explicación: allí lo ve a Nelson en una camilla. Está muerto. Jon está en coma -por fin aparece el conflicto, se hizo esperar- Su madre y su abuela llegan hasta ahí. Aledo ha recuperado una navaja en la que hay huellas de Jon y de otra persona, fue el arma con la que se asesinó a Nelson y se sospecha de Jon. Los otros dos chicos de la banda tienen coartadas, pero se sabe que hubo un quinto integrante la noche fatal, aunque se desconoce quién sea. Elsa va a ver a Jon al hospital, quien permanece en estado de coma. Cati (Susi Sánchez), la abuela, pide explicaciones a su ex marido sobre su ruptura, explicaciones que nunca llegan de boca de él. Aledo, mientras, se encuentra con Margo en la sala del hospital y le dice que le hable a su hijo, que aunque está inconsciente seguro que puede escucharla, y le pregunta cómo es él. Ella se lo describe con el amor de una madre que está sufriendo por la posible pérdida de un hijo, y le pregunta a Aledo cómo es el de ella. Ésta dice que no lo sabe. Entonces le pregunta cómo es Max -se nota que ni su hija lo conoce bien- y Aledo tiene palabras muy cariñosas para describirlo. Margo recupera el tiempo perdido hablándole a su hijo en coma. Y le habla del padre, le revela su suicidio y su desamor, que fue lo que lo obligó a terminar con su vida, le cuenta cuánto lo quería a él y de su amor por los autos, su otra pasión.
Max va a buscar a Toni y le pregunta por la noche de la playa, el profesor improvisado balbucea mentiras. A todo esto, Jon vuelve en sí y le hacen experimentos para comprobar si está lúcido. Aledo le interroga pero él no recuerda nada del homicidio. Max, no conforme con todo esto, va a la playa, al lugar de la pelea y encuentra a la profesora de piano de Toni, quien le dice que esa noche estaba tomando clases. Le pregunta si sabe quién clavó la navaja y le muestra una foto de Jon, y luego, sin dudarlo le dice que fue él. Max va con la verdad a Aledo y se produce la ruptura entre ellos dos, ya que ella le reclama que no sea tan recto como para denunciar a su nieto y él le dice que es su deber. Se pelean y le dice que no quiere verla más. Ella le dice que no le gusta su sentido del honor. Cuando Jon vuelve a la casa, descubre que su abuelo le ha puesto TV en su cuarto. Después de la alegría inicial, Jon declara que quiere reiniciar sus clases con Toni. Vuelven a verse y Toni lo lleva a la playa, al lugar del hecho. Rememoran lo pasado: los ecuatorianos atacaron a Toni, Jon salió a defenderlo y Nelson lo empujó y cayó golpeando la cabeza con una piedra, mientras, al querer violar a Toni, este se defiende clavándole la navaja a Nelson y matándolo sin quererlo. Jon recordaba la verdad pero la había callado para no estropearle la vida a Toni. Toni se presenta ante Aledo y declara, ella le recomienda que se busque un abogado. Mientras, Jon acompaña a Elsa a la tumba de Nelson y le dice que es su último día ahí, que se vuelve a la ciudad, ella se queja de que sus dos hombres la abandonan. Es el cumpleaños de Jon y su amigovia quiere darle un regalo especial: un buen lavado de pelo. Max lleva a su nieto al aeropuerto y se despide de él y de su madre, pero no de su ex esposa, quien lo mira con cariño por primera vez en su relación. Entonces Max vuelve a la playa a encontrarse con Aledo y la invita a cenar. Quiere recuperar lo que ha perdido.
El film nos demuestra que no todo está perdido, que siempre hay tiempo para recomenzar. Y así termina esta película, afortunadamente alejada de la moraleja -como debe ser el arte en verdad- y con un final que nos deja a todos contentos. Menos a Elsa...
Y gracias por leerme nuevamente hasta aquí.
El Conde de Teberito (un crítico independiente).
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