Esta nueva película de Santiago Mitre, guionada por él mismo junto a Mariano Llinás, sorprende por su potencia, su rispidez y su coherencia. Se podrá decir que es un film oportunista ya que toca temática de inmediata actualidad y coyuntura política. Nos recuerda mucho al cine de David Lean (No confundir con David Lynch), el de "Lawrence de Arabia", "Dr. Zhivago" y "Pasaje a la India", ya que combina escenas de grandeza visual natural, imponentes escenarios naturales con la íntima psicología de sus criaturas. Pero también estamos en presencia de un thriller, y es imposible no pensar en Hitchcock con esa música de Alberto Iglesias casi omnipresente que recuerda mucho a las mejores partituras que Bernard Herrman escribiera para el maestro inglés con sus pizzicatos, sus lentos y su armonía de clima de suspense.
Acá la Cordillera es el gran escenario donde se desarrolla el drama. La Cordillera, esa mole de piedra que oficia de límite, de separación y de encuentro entre varios de los países de la región. La Cordillera, con su omnipresencia que obliga a la introspección, al ensimismamiento, al encerrarse sobre uno mismo para reflexionar. Así transcurre, en Chile y con el marco del gigante rocoso, la Cumbre de Países Latinoamericanos que tratarán el tema crucial de la energía brindada por el petróleo y su explotación en la región Latinoamericana.
Es magistral como combina Mitre la acción a gran escala, los debates y chicanas entre los países intervinientes, y el drama humano que se desata a nivel gobierno entre el presidente de la Argentina, Hernán Blanco (Darín) y su hija Marina (Dolores Fonzi). La fugaz aparición radial de Marcelo Longobardi nos habla de un presidente que es el "hombre invisible", que todo el mundo votó pero que pasa desapercibido (ninguna alusión al gobierno de Macri, aunque Darín bien podría haber encarnado al Primer Mandatario argentino), alguien de quien no se esperan mayores decisiones. Blanco viaja a Chile acompañado por su fiel secretaria Luisa Cordero (Érica Rivas), que más que secretaria parece una esposa, en la dedicación que tiene en atenderle hasta los mínimos detalles o en acariciarle la cabeza cuando la tensión es muy grande. A la vez viaja el Jefe de Gabinete, Mariano Castex (el insoportable Gerardo Romano), encargado de llevar adelante la toma de decisiones. El conflicto con Marina proviene de que el ex marido de ella, Esteban Caamaño está sobornando al gobierno de Blanco con revelar asuntos secretos. Es por eso que Marina estalla en una crisis nerviosa de la cual tiene antecedentes y viaja a Chile para reunirse con su padre.
La acción alterna con la presencia de los otros presidentes allí, recibidos por una presidente chilena (que nos recuerda mucho a Bachelet), de correcto vestir y modos agradables y campechanos. Está también el presidente de México, oveja negra del rebaño, quien quiere que los Estados Unidos sean aceptados en el plan de explotación del petróleo, frente a la negativa de los demás Estados. El presidente de Brasil, Oliveira Prete, ejerce un papel mefistofélico con respecto a los demás (una excelente labor de Daniel González Cacho).
Pero Marina entra en una crisis y rompe una de las ventanas del lujoso hotel entre la nieve, de un sillazo, acción tras la cual, queda ella paralizada y enmudecida sin reconocer estímulos externos. Todo sazonado por la siempre eficaz mano de Lucía. Y de Naty, la amante de Blanco con quien tiene una noche de sexo apasionado. Marina, al día siguiente es ingresada en el hospital zonal donde se le hacen todos los estudios del caso (convengamos que es la hija del Presidente de Argentina) y no se le detecta ninguna anomalía por la que no pueda comunicarse, sólo hay una explicación, hay algo que la bloquea psíquicamente., además de haber quedado algo lastimada en su cara por los vidrios rotos. Marina ya se había mostrado como una hija rebelde, que no apoyaba al gobierno de su padre ni quería contestar interrogatorios sobre su relación con su ex marido (del que nunca se había divorciado) y con el cual los unían hijos en común. Para producir ese desbloqueo mental llaman a un eminente psiquiatra que -siempre bajo la mirada atenta de su padre y de Lucía- les propondrá "terapias estratégicas". La terapia de marras consiste en la hipnosis, único méotdo con el cual va a conseguir hacerla hablar.
La hipnotiza y ella habla, le refiere gran angustia, le cuenta un sueño que tuvo, de la quinta de su abuelo en su infancia, de su caballo Durazno, regalo de su padre, del vecino Arturo, quien le robó el caballo y con quien siempre se reunía su progenitor a charlar y habían cultivado una amistad... Lo cierto de esos relatos es que si bien eran todos verídicos, habían sucedido mucho antes de que ella naciera y su padre nunca se los había referido... Esto será un tema que quedará abierto en la película sin encauzarlo jamás. Ya repuesta, Marina, en una excursión en telesférico con su papá, le vuelve a contar sus recuerdos, y de cómo él le había prendido fuego a la casa de Arturo... Allí Blanco estalla y la hace callar, diciéndole que todo eso no existió jamás.
Por su parte, Los Estados Unidos se comunican con el Presidente Argentino y celebran un encuentro, pidiéndole absoluta reserva. Se encuentran en plena montaña, en lo que parece una fábrica abandonada, que da lugar a un espacioso y lujoso salón en donde es recibido por... Christian Slater (aquel hermoso niño de "El Imperio del Sol" spilberguiana) y el actual Batman. En un correcto inglés yanqui, al que Blanco responde muy bien, se comunican, y le pide el representante norteamericano que en un primer momento se van a presentar ellos como aspirantes a compartir los pozos petrolíferos y él tiene que ser su más enconado detractor. En un segundo momento se pedirá que se agregue a los países de América Central, a lo que él deberá contestar que sí, dándoles tiempo a los yanquis de infiltrarse en el mercado y copar así el negocio del petróleo. Le ofrece dos mil millones de dólares para que acepte. Blanco contraoferta: cinco mil. A lo que el norteamericano consulta y se estiran hasta dos quinientos. Corte de la acción. Cuando, en la superficie, Mariano Castex quiere aleccionar y acompañar en el auto a su jefe, éste se corta solo y pide que lo lleven sólo a él.
A la vuelta al hotel se entera que Caamaño, su ex yerno ha sufrido un ACV con pronóstico de muerte. Marina lo insulta, preparada para volverse a Buenos Aires y lo llama "asesino" a voz en cuello, "no tenías por qué librarte de él", le dice. Él niega toda responsabilidad y la abraza, pero ella lo rechaza. Sólo acepta los consuelos de Lucía (siempre maternal). Se lleva a cabo el último encuentro para decidir el futuro de la región y México queda como el malo de la película. Cuando llega el momento de votar para incorporar a los países de América Central... No les voy a develar el final de la película, ya les conté bastante...
Lo cierto es que el guión y la dirección soy muy ingeniosos y están tratados con admirable maestría, confirmándonos que Santiago Mitre es uno de los mejores narradores de nuestro cine (sumado a Mariano Llinás de quien todavía se recuerdan sus "Historias Extraordinarias" de 4 hs) y un gran director y puestista.
Darín hace suyo un papel en el que no cae en el lugar común de "Darín haciendo de Darín", muy sobrio y medido, exacto en su composición del Primer Mandatario. Érica Rivas afronta su primer papel de mujer adulta en la pantalla (compañeros hasta hace muy poco de las bergmanianas "Escenas de la vida conyugal") y sale airosa, y Dolores Fonzi como esa hija perturbada y algo díscola no desentona del trío. Todos los otros papeles se han trabajado con una excelencia tal que creemos estar en una verdadera cumbre de países latinoamericanos. Y la cumbre... la cumbre de la Cordillera observa todo, con un silencio glacial, siempre nevada, y expectante de lo que pueda pasar en tan dispar reunión.
Un brillante film, con mucho de thriller y un final inesperado que vale la pena ver. Sumados todos los planteos filosóficos que se han hecho por ahí y que exceden mi comentario.
Y gracias por leerme nuevamente hasta aquí.
El Conde de Teberito (un crítico independiente).
Interesante trama,gracias por tan detallada descripción, me quedo con la intriga del final.
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