Ya planificando mi ciclo de cine para agosto/diciembre, siempre que la pandemia nos permita realizarlo y llegar vivos, me dedicaré este año al "Seleccionado Sub20 de Woody Allen", es decir aquellas películas que quedaron afuera en mi curso inicial de Allen dado hace unos diez años. Comenzaré por su primer película como autor e intérprete: "¿Qué Hay de Nuevo, Pussycat?", dirigida con total impericia por Clive Donner. Pero vayamos al análisis.
Un psicoanalista con problemas matrimoniales y un tanto obseso sexual, llamado Fritz Fassbender, tiene como paciente a Michael James, redactor de una revista de modas, que sólo quiere ser fiel a Carol Werner -una profesora de la Berlitz- que desde hace años es su celosa pero paciente prometida, a la que él ha engañado con casi todas las mujeres de Europa. Sin embargo hay tres preciosidades que hasta el momento se le han escapado -Renée, Liz y Rita- y que trabajan cada una por su cuenta para obtener sus favores. Por su parte, Víctor Shakapopolis también está enamorado de Carol, pero pasa de los brazos de una chica suicida que se dedica al streap-tase a los de una burguesa distante que desea a Fassbender. Este laberinto romántico desemboca en un delirio incontrolado en el que finalmente todo el mundo resuelve sus problemas.
Se trata del primer guión que Woody Allen escribió para el cine. Es una historia disparatada, al estilo de las comedias sofisticadas hollywoodenses, en la que después de numeroso líos y enredos amorosos, el chico se casa con la chica, en un típico final feliz. El ritmo de la película es frenético: hay escenas de gente corriendo por pisos y calles, que entran y salen de los armarios, y persecuciones a lo "slapstick".
El productor Charles K. Feldman llevaba algún tiempo buscando un guionista que fuera capaz de adaptar a la gran pantalla una obra del escritor checo Leopold Bus-Fekere titulada "La mujer de Lot", sobre un Don Juan contemporáneo con gran éxito entre las mujeres. Aunque en un principio compró los derechos del libro pensando en el actor Cary Grant, el no encontrar un guión que le gustara, acabó postergando el proyecto. Entre los muchos guionistas que realizaron tratados sobre el texto original para Feldman, se encontraba el magnífico colaborador de Billy Wilder I.A.L. Diamond.
En principio, Feldman le sugirió a Woody Allen que reescribiera el guión de Diamond, pero él prefirió escribirlo directamente desde el principio. Descartado Cary Grant, el principal actor para la película era Warren Beatty. Charles K. Feldman insistió en utilizar como título para el film el particular saludo que Beatty usaba cuando alguna de sus múltiples amistades femeninas lo llamaba por teléfono: "¿Qué tal, gatita?" Tras la lectura del primer guión, Beatty se quejó de que su papel era mucho menos cómico que el del propio Allen Así que se tuvo que escribir una segunda versión. Estando en Londres, Allen se enteró de que Warren Beatty se había bajado del proyecto para rodar la película de Arthur Penn "Acosado" ("Mickey One") y había sido sustituido por Peter O'Toole que venía de rodar "Lawrence de Arabia" de David Lean (1962).
El principal problema con la película fue que tanto el director Clive Donner como las dos principales estrellas (Peter Sellers y O'Toole) se tomaron muchas libertades con el guión y cada uno lo alteró y lo corrigió a su gusto. Tanto fue así que hasta la mitad del rodaje Allen estaba tan harto de las continuas intromisiones de Feldman en su guión, que se negó a seguir reescribiendo escenas y se desvinculó de él, centrándose exclusivamente en su papel como Víctor Shakapopolis. Esto le dio luz verde tanto a Peter Sellers como a Peter O'Toole para hacer lo que quisieran con sus respectivos diálogos y situaciones. Aunque ambos han afirmado que acostumbraban a improvisar gran parte de los diálogos durante el rodaje, lo cierto es que hay muchas frases que suenan al más puro estilo Allen. Sin embargo, el resultado final que se estrenó en los cines no coincide ni remotamente con el guión que Woody Allen entregó al productor.
Este primer trabajo, por el que cobró 50.000 dólares, presenta ya muchos de esos temas en los que irá adentrándose y profundizando con los años, como los problemas de pareja, el psicoanálisis, las referencias cinematográficas, el sexo, la muerte, etc. Su prototipo de personaje torpe y cobarde aparece con todas sus características, y su refinado estilo humorístico mantiene esos reconocibles toques.
"Los productores nunca comprendieron el guión, ni una sola palabra. Y claro, yo no tenía voz ni voto. Sólo con alzar la voz, me harían callar o me expulsarían. Así, pues, no me gustó la experiencia y no me gustó la película".
"¿Qué Hay de Nuevo, Pussycat?" que costó cuatro millones de dólares (un presupuesto muy elevado para la época), se rodó en París durante seis meses. Se estrenó en julio de 1965 en Estados Unidos y fue un tremendo éxito -a pesar de que la crítica la puso por el suelo-, recaudando más de 17 millones de dólares y convirtiendo a Woody Allen en una nueva estrella a nivel mundial.
"Si me hubieran hecho caso a mí habría sido el doble de divertida y la mitad de taquillera".
La animación de los títulos de crédito estuvieron a cargo de Richard Williams, quien muchos años después se haría famoso por su espléndido trabajo como director de animación en la película de Robert Zemeckis "¿Quién engañó a Roger Rabbitt?" (1987)
Y hasta acá llegamos con esta aproximación al primer trabajo de Woody Allen en el mundo del cine.
Y gracias por leerme nuevamente hasta aquí.
El Conde de Teberito (un crítico independiente).
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