martes, 21 de marzo de 2017

Mi crítica de "En lo Profundo del Bosque" (Cine)

Acabo de ver esta hermosa y valiente película de Patricia Rozema. Rozema es canadiense de origen y va a cumplir los 60 años el año que viene. De ella se estrenaron antes que esta sólo dos películas, que yo recuerde: "Yo escuché a las sirenas cantar" (1987) y "Cuando cae la noche" (1995). Siempre trató temáticas feministas y del amor de las mujeres en todas sus variantes. En "Cuando cae la Noche", que vi y me apasionó, describe el amor lésbico entre una profesora de latín de un colegio católico y una artista de circo, con toda delicadeza, erotismo y sensualidad. Todavía recuerdo con lágrimas en los ojos la escena de la muerte del perrito de la protagonista, al principio de la película y cómo lo entierra en la nieve, para luego, cuando el amor entre las dos mujeres se ha producido, resucitar y cuando viene el deshielo, levantarse y salir corriendo pleno de alegría.
Pero en la película que nos convoca hoy se cuenta la fortaleza y las viscisitudes del amor entre hermanas, ese amor sano, fuerte y poderoso en medio de la tragedia. La familia vive en una hermosa y gran casa en medio del bosque con todos los implementos tecnológicos. Nell (la hermosa y autoproclamada gay Ellen Page, un desperdicio, vea) y su hermana mayor Eva (Evan Rachel Wood) viven junto a su padre Robert (Callum Keith Rennie) en perfecta armonía, hace poco que la madre ha muerto y Robert las trata con profundo cariño. Eva es bailarina y está ensayando para una difícil prueba, ya que por edad es "vieja" para la danza, mientras que Nell prepara su ingreso a la facultad de medicina. Nell tiene un romance con Eli (Max Minghella) un chico del pueblo con quien se ve los fines de semana. Pero un buen día les cortan la energía eléctrica, un corte que reíte de Edesur y Edenor, afecta todo el país (por lo menos hasta Boston) y dura 15 meses (hasta lo que se cuenta en la película). Hay que ver cómo una cosa tan nimia como quedarse sin luz afecta toda la vida: no hay música, no hay celulares, ni Internet, ni comida, se saquean los supermercados, el auto no anda, etc. Este desastre me hizo acordar mucho a la novela de José Saramago "Ensayo sobre la ceguera", en donde a partir de irse quedando ciegos los habitantes de una nación empezaban a faltar las cosas más elementales porque todo dependía del esfuerzo humano.
Bueno, así que se quedan sin luz y lo que parecía que pronto se iba a solucionar empieza a adquirir ribetes trágicos. La comida se agusana y escasea, Eva se queda sin música para ensayar, sólo se oye su metrónomo, que yo interpreto como el tic-tac de la vida, sobre todo cuando Eva, desesperada, lo arroje contra una pared. Pero al poco tiempo, el padre, cortando árboles con una motosierra tiene un accidente y se lastima una pierna y muere desangrado, ante la impotencia y el llanto de sus dos hijas que lo amaban. La cámara-ojo de la directora no pierde ningún detalle y justamente, utiliza al máximo los planos detalle, como una lágrima que cae de un ojo, un párpado, un mechón de pelo, una brizna de hierba. Las chicas se quedan solas y tienen que empezar a sobrevivir por ellas mismas. Todo se vuelve más complicado. Todo ruido se vuelve sospechoso y Nell empuña el arma de su padre, una escopeta, para estar preparada a lo que suceda. Poco tiempo después se les aparece Eli, que viene a ver si están bien y si su novia todavía sigue vive. Se instala en la casa con ellas. Pero no pasará mucho tiempo para que ante Eva constituya una molestia, porque hay que repartir la escasa comida, y hasta el dentífrico empieza a faltar. (Cuando van al baño se limpian con hojas de árboles). Ningún detalle escapa a la astuta visión de la directora. Pero Eli piensa en partir. Hasta Boston caminando, donde le dijeron que hay luz. Serán unos seis meses de marcha. Invita a su novia y a la hermana a ir con él. Nell acepta y prepara su mochila, pero al poco rato de partir sabe que no puede abandonar a su hermana y abandona a su novio. Como comprar preservativos también se hace imposible, Nell teme por un presunto embarazo. Nell vuelve corriendo a brazos de su hermana. Por suerte libros quedan y en ellos reconocen el aspecto medicinal de las diversas plantas y empiezan la recolección. Eva coloca sábanas en todos los ventanales de su estudio de danza para que no pueda ser observada. 
Pero un buen día en que Nell está recolectando frutos, aparece Stan, un antiguo pretendiente de Eva, quien está hachando madera, y así nomás, de buenas a primera, la viola, constituyendo este uno de los momentos más fuertes del film, por los gritos desgarrados y desgarradores de ella. Luego se va con la camioneta de ellas. Nell acude enseguida ante los gritos y Eva empieza con fobias. Primero a salir de la casa y luego a tocar gente, no puede tener ni el mínimo contacto con su hermana. Cuando un día Nell se lastima la espalda y Eva debe hacerle masajes es tan fuerte la tensión a tener que tocarla que rompe en llantos. Tiempo después descubre que está embarazada como fruto de la violación. Nell empieza a ver las técnicas abortivas en sus libros de medicina pero Eva quiere tenerlo igual.
Como lo que comen es insuficiente para alimentar al feto que está dentro de Eva, y Nell sabe que necesita comer carne, sale un día armada a cazar un chancho salvaje. Entre llantos logra matar uno (porque está en contra de ella la muerte de todo animal) y el punto más alto de la imposibilidad de ver esta película viene con el carneo al animal. Primero lo abre y lo eviscera, siendo muy repugnantes estas escenas. Después lo troza hasta que se convierte en comestible. Por fin un día Eva siente que el bebé ya viene, y justo se les desploma un pedazo de techo, por lo que deciden ir a refugiarse a "la casa del árbol". Allí, con la ayuda de Nell, Eva tendrá a su bebé.
Rozema ha filmado "cine catástrofe" con sólo dos protagonistas, ya que todo va para mal. El niño por suerte nace bien y Eva empieza a amamantarlo. Cuando regresan a la casa ven que hay moho por todas partes y que eso es un caldo de cultivo para el bebé, entonces a Eva no se le ocurre mejor idea que prender fuego la casa. Primero sacan todos sus objetos queridos y luego, con un bidón de nafta incendian la mansión, y se van los tres a vivir a la "casa del árbol". Han pasado quince meses sin electricidad y no se sabe cuándo va a volver, como tampoco se sabe por qué Eva eligió destruir el lugar donde fueron tan felices ellas dos junto a sus padres.
Es una película valiente porque habla de enfrentarse a la vida cuando todo se nos niega y de que lo único que nos puede salvar es el amor y la complicidad del otro para apoyarse y tirar juntos para el mismo lado. Si bien es una película muy agradable de ver, por su tono bucólico y su excelente fotografía, están esos dos momentos incómodos que señalé. Para los de estómago fuerte la recomiendo fervorosamente.
Y gracias por leerme nuevamente hasta acá.
El Conde de Teberito (un crítico independiente).

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