sábado, 9 de julio de 2016

Mi crítica de "Viajo Sola" (Cine)

"Viajo sola" se estrenó este jueves, a pesar de estar fechada en el 2013, pero quiero recomendarla porque es una muy buena película y una muestra cabal del cine italiano (que está pasando por una etapa de decadencia) y de lo que se puede ver en la actualidad. Confirmo, no es "la" película, pero sí algo que se puede disfrutar plácidamente.
Irene Lorenzi (la siempre eficaz Margherita Buy) llega a un hotel y, ya en la habitación, comienza su trabajo. Se pone los impecables guantes blancos para comprobar que no haya una sola mota de polvo en sillas, camas, muebles, estantes, cuadros, etc, para asegurarse que las sábanas no tienen ninguna mancha y están perfumadas, al igual que las toallas, que el clima de la habitación (termómetro en mano) es el ideal, que el vino está a la temperatura indicada, así como lo debe estar la sopa y las infusiones. Su trabajo comienza en realidad cuando entra al hotel. Asegurarse que el conserje no tarde más de dos minutos en hacer la recepción, que todos sean gentiles, que las indicaciones sean precisas, que el traje y los zapatos del botones sean los adecuados y no esté con ninguna arruga... Sí, Irene tiene gran grado de locura obsesiva, pero de otra forma no podría hacer su trabajo. Ella es inspectora de hoteles y tiene que rendir cuentas ante un superior y asegurarse que los hoteles "cinco estrellas", tengan con qué sustentar esa calificación. "Puedo hacer este trabajo perfectamente, justamente porque no tengo una vida", dice en un momento. Y sí, es triste admitirlo pero Irene no dispone de muchas atracciones en su vida personal. Mantiene una relación de camaradería/amistad con un ex novio, con el que se ven siempre y hasta comparten cama en algún cuarto de hotel, se visitan seguido y se apoyan mutuamente. Pero sucede que Andrea (Steffano Accorsi), el ex, ha dejado embarazada a su novia actual, Fabiana, y piensan tener el bebé, para eso debe acompañarla a las ecografías y demás estudios a los que deba someterse Fabiana (que ya no es tan joven, tampoco). Es por eso que Irene tema con perder a Andrea y su apoyo incondicional, y en una de las últimas instancias del film, terminen acostándose juntos. La de Andrea-Fabiana podría ser una de las subtramas del largometraje. Pero hay otra, la relación de Irene con su hermana Silvia, su cuñado Tommaso y sus dos sobrinas, a las que llevará consigo en uno de los viajes de inspección. Irene y Silvia tienen muchas cosas por decirse, pero sólo soterradamente se dicen. Es más fácil regalarle un vestido que antes había criticado, a su hermana, que hablar francamente de las cosas que les pasan. Tommaso es violinista de una orquesta y Silvia ama de casa con dos niñas que atender y parecen haber llegado a una crisis en donde ya no hay sexo en la pareja. Cómo lo discuten y afrontan este cambio en sus vidas constituye otra subtrama.
Es por todo esto que no podamos decir que Irene esté sola, está rodeada de gente, pero cuando vuelve a su casa, sólo el silencio la espera. A su manera también está sola, como solos están todos los personajes de la película. Ha decidido no casarse ni tener hijos, sus viajes permanentes no le dejan tiempo para otra cosa que no sea la solitaria tarea de comprobar la perfección dentro de un mundo que se le presenta imperfecto. Los hoteles que visita son muchos durante el film, pero podrían ser el mismo que no notaríamos diferencias salvo en sus matices. Donde sufre una verdadera conmoción es en Berlín. Allí conoce a una cincuentona (en el sauna) que se interesa por hombres más jóvenes, que resulta ser una antropóloga invitada por la TV de ese país para presentar su libro y hablar sobre la sexualización de la mujer moderna. Esta es la parte más interesante de la película por los contenidos que ella transmite, sobre la presunta "liberación" de la mujer, condicionada por belleza, estética, cirujanos que actúan con un mismo molde, el condicionamiento de la pornografía, y una sexualidad resignada a las más hermosas. Todos conceptos claros y ricos para debatir desde la antropología. Incluso llegan a conocerse y hacerse amigas. Pero todo termina abruptamente cuando,  en el hotel, la noche posterior al programa de televisión la Lic. Sherman muera de un ataque cardíaco, dejando a Irene sola, enfrentándose a su propio vacío. Allí toma conciencia de que todo lo que hace es efímero si no posee una familia de respaldo detrás, un hombre que no sólo sea su amigo o su cuñado, sino alguien que responda por ella, como ese marido de la antropóloga que no veía hacía 15 años y al que deben llamar para atestiguar su identidad. Irene se asoma al abismo por primera vez en su vida.
Todo el film es igualmente placentero y disfrutable, sin vulgaridades ni golpes bajos, ni abusar tampoco del primer plano ni de los planos detalle, sólo cuando encontremos a Irene en plena tarea. Se basa en campos de fotografía abiertos, nada claustrofóbicos a pesar de que la mayor parte del metraje transcurre en espacios cerrados. Altamente recomendable esta película que se puede ver en familia y para quien no quiera ir al cine lo puede bajar desde el Torrent.
Gracias por leerme hasta acá nuevamente.
El Conde de Teberito (un crítico independiente).

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