sábado, 20 de agosto de 2016

Mi crítica de "Close-up" (Cine-A. Kiarostami-1990)

Con el motivo de la prematura desaparición del director de origen iraní Abbas Kiarostami, ocurrida el 4 de julio de este año, a sus 76 años por un cáncer de estómago, y en el cenit de su carrera, me decidí a ver la que tal vez sea su mejor película: "Close-up". Kiarostami se hizo famoso en la Argentina a través de su película "El sabor de la cereza", de 1997, pero bueno es recordar otros títulos que se estrenaron por aquí. "¿Dónde está la casa de mi amigo?" (1987), "Y la Vida continúa" (1992), "Detrás de los Olivos" (1994), "Y el Viento nos Llevará" (1999), "Ten" (2002), la producción francesa "Copia Certificada" (2010) y su última película, de origen japonés "Como alguien enamorado" (2012). Completa su historial cinematográfico algunas no estrenadas acá, un puñado de cortos y otro de documentales, así como su incursión en la coral "Lumiere y Cia."
"Close-up" parte de un hecho verídico, la suplantación por falsa identidad del cineasta Mohsen Makhmalbaf por un sujeto de nombre Hossein Sabzian, ante una familia crédula, a quienes engañó diciéndoles que iba a filmar una película con ellos y en su propia casa, visitándolos frecuentemente e incluso instalándose en su hogar. Esto duró aproximadamente un mes hasta que fue descubierto por el periodista Farazmaud, haciéndolo detener por la policía iraní y llevado a juicio por estafa e intento de estafa. Pero ¿qué es lo que llevó a este hombre a suplantar una identidad de alguien tan famoso como desconocido (ya que las caras de los directores no suelen estar muy publicitadas)? Este es el tema central del film, y recrea el arresto y posterior juzgamiento de Sabzian, por el propio implicado, así como una serie de flash-backs de sus días con la familia Anakah.
El film es rico en acotaciones del propio preso, quien es un hombre culto, aficionado al cine y que es capaz de proyectar en su mente una película como de citar a Tolstoi. En primer lugar dice que lo hizo para que por primera vez en la vida alguien le hiciera caso, respetara sus iniciativas y proyectos. Sabzian estuvo casado y posteriormente divorciado con dos hijos, uno de los cuales estaba a cargo de su ex mujer y otro de su madre, trabajó en una imprenta hasta que esta cerró y se volvió un "parado". Es un hombre pacífico, "muy religioso", afirma alguien por allí, que tiene todas las de perder si no fuera por las pequeñas vacaciones que se tomó siendo otro. Kiarostami toma esa historia y la explota a fondo, haciéndolo participar de su film y registrando en fílmico el juicio en el que él mismo se defiende (¿no hay abogados en Irán?). Dice que le gustaba sentirse bien tratado y complacido, así como obedecido. Tiene un episodio en el que le pide un dinero a uno de los hijos de la familia y no lo devuelve, y otro en el que recorre las habitaciones de la casa minuciosamente, una por una, con el pretexto de buscar las mejores locaciones para su film. Es curioso que la casa que va a habitar quede en un callejón sin salida, como la metáfora perfecta para lo que la vida de este hombre significa. Después de todo, a nadie hizo daño con la suplantación de identidad, sólo reavivó la vida de una familia que se enorgullecía de protagonizar una película. Kiarostami mismo aparece en su film, siempre en off, haciendo las preguntas de turno al acusado. Y cuando se impone su buena fe en el juicio y queda libre, perdonado por la familia estafada, se encontrará cara a car con Makhmalbaf, quien se convertirá en su amigo y cómplice y con quien realizará la visita final a la familia.
Todo en el film es denso ya que se trata de una historia verídica contada poro sus propios artífices (la familia también es la verdadera), los momentos del juicio son muy concentrados y hay mucho tiempo de cámara fija en el rostro de  Sabzian, así como largos planos secuencia en la ficción dentro de la ficción. Tiene el encanto de esos espejos infinitos que se reflejan uno al otro. Lo que primero sale a la conclusión es que se trata de un buen tipo (por no decir de un "pobre" tipo), cuyos sentimientos son auténticos y el sentirse importante, con poder, dentro de un ámbito que le era familiar, como el mundo del cine y el arte, lo llevan a potenciar su embuste. Sale a la luz también el tema de la identidad, ¿uno es quien es o quien cree ser? Ya que no se trata de un caso de psicosis, ¿produce más beneficio jugar a ser otro que llevar una vida monótona siendo un "parado", siendo uno mismo? Esta, al ser una de las primeras películas de Kiarostami, nos demuestra que tenía muchas cosas dándole vuelta por la cabeza, algo que por suerte pudo plasmar a través de su limitada obra (no hay que olvidar que hoy en día, filmar en un país como Irán puede traer muchos dolores de cabeza y hubo momentos en que se tuvo que imponer la autocensura para que le estrenaran sus películas). Recomiendo fervientemente la visión de "Close-up". Kiarostami ha muerto... ¡larga vida a Kiarostami!
Y gracias por leerme hasta acá nuevamente.
El Conde de Teberito (un crítico independiente). 

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