domingo, 24 de marzo de 2019

Mi crítica de "Isla de Perros" (Cine-Dibujos Animados)

Me encontré con esta verdadera joya de dibujos animados para adultos, dirigida por Wes Anderson que dio en llamarse "Isla de Perros", y que en su momento, el crítico de "La Nación" le pusiera un "excelente". Siempre tuve buena relación con los perros, como la mayoría de los mortales, esa empatía que lo coloca en el lugar del mejor amigo del hombre, así que me pareció una buena idea que hubiera una isla de perros, claro, no sabía la concepción funesta que daba a ésta el argumento. Si nos retrotraemos a la historia, los mismos perros cuentan que en el Japón, hace 10 siglos, antes de la era de la obediencia, allá se daba preferencia a los gatos, adorándolos, y se mataba a todos los perros, hasta que un niño samurai se sublevó y empezó a cortar cabezas para devolver su lugar a nuestros amigos de cuatro patas. En pleno siglo XXV, se instauró la "fiebre del hocico" y se decretó a los perros como portadores de una plaga por la cual debían ser confinados a la Isla de la Basura, llevados desde  la ciudad de Magasaki, gobernada por el temible alcalde Kobayashi. Esto condenaba a la pena de muerte a todos los perros, que se encontraban en esa isla basurero sin el menor atisbo de comida ni de medios para la subsistencia. El plan era el exterminio sistemático de todos los canes, por orden del gobernador de la ciudad.
Es una pena que en la versión que tengo yo, no estén subtitulados los carteles en japonés, que dividen la película en episodios, ni las voces de los actores japoneses, que tienen sus buenos parlamentos. Sí, en cambio, hay un buen seleccionado de voces para los papeles de los perros, con nombres como los de Bryan Cranston (Líder), Edward Norton (Rex), Bob Balaban (Rey), Jeff Goldblum (Duque), Bill Murray (Manchas), Scarlett Johansson (Nuez Moscada), Harvey Keitel (Gondo), F. Murray Abraham (Júpiter) y Tilda Swinton (Oráculo), entre otros grandes. Son estos los representantes de la fauna canina que podemos compartir, todos perros mestizos, callejeros o de raza, que pueblan este relato.
La película se divide en cuatro partes, de las cuales, la primera se titula "El pequeño piloto", que hace referencia a Atari, sobrino de Kobayashi que se arriesga en un pequeño avión a llegar hasta la isla para encontrar a su fiel guardián (no "mascota", ya que en ese tiempo estaba prohibido hacer alianza con los perros) "Manchas", con quien está conectado por un micrófono auricular y es recibido por la banda de perros amistosos, menos uno, "Líder", quien es un perro callejero y "muerde". Enseguida se hace buen rapport entre esos perros y Atari (Rex, Rey, Duque), quienes le ayudarán a encontrar el rastro de su fiel compañero. Por una confusión, toman a "Manchas" por los huesos descarnados de un pobre perro que no llegó a salir de su jaula y lo dan por muerto. Después de rendirle honores, Atari se sube nuevamente a su avioneta y emprende vuelo, pero la jauría le informa que se habían equivocado de perro. Así que vuelve a aterrizar y, en compañía de sus amigos caninos emprende la busca de su perro. Lo que da paso al segundo capítulo: "La búsqueda de Manchas", un largo periplo en donde cada perro emite sus opiniones y nombran al callejero y peleador "Líder" como jefe de la pandilla. En un momento se separan de los otros perros y quedan solos Atari y Líder, y entonces aquel lo baña, sacándole su tono oscuro y transformándolo en un hermoso perro blanco con manchas que le hace acordar a su guardián, lo cepilla, lo alimenta con galletas para perros que Líder no había probado nunca, y éste le cuenta su historia.
Que no siempre fue un perro callejero, en sus inicios era un perro perseguido por los cazadores, hasta que dio con una buena familia con cinco hijos que lo querían mucho y lo atendían muy bien, hasta que en una noche fatídica él mordió la mano del menor de los hijos hasta casi arrancársela y fue desterrado para siempre del abrigo familiar y condenado a vivir en la calle. Aún hoy en día no se explica el motivo de su impulso por morder. Pero lo está controlando. Y se forma una amistad entre Atari y Líder, quién lo conducirá en busca de Manchas. Paralelamente asistimos al presunto suicidio del Profesor Watanabe, un científico que estaba en contra de la matanza de los perros y de la asociación de varios escolares, sobre todo una chica norteamericana que quieren salvar a los perros y se ponen en busca del suero para combatir la fiebre de hocico. Estos serán decisivos a la hora en que Kobayashi quiera renovar su mandato y sea denunciado por los chicos de su maltrato injustificado contra los perros.
La parte número tres de la historia se denomina "Los encuentros" y está precedida por la reunión de Atari con su fiel Manchas que está siendo presa de una jauría a la que denominan caníbal, pero que ellos se encargan de desmentir, ya que si bien devoraron a otro perro fue por una vez única y porque querían aliviarle el sufrimiento. Manchas está por ser padre con una perrita de la tribu  por eso delega su "guardia" personal de Atari en "Líder", que a partir de ese momento pasará a reemplazarlo.
La cuarta parte se llama "La linterna de Atari", y se mete de lleno en el viaje que realiza el niño de 12 años construyendo una embarcación para transportar a sus perros de vuelta a la ciudad y cómo deben enfrentarse a perros-robots fabricados por orden de Kobayashi, que son destruidos por la pericia de Manchas. Regresan a tierra firme justo para impedir que su tío fuera reelegido y en el tole tole que se arma, Atari queda mal herido y debe enfrentar una operación. Mientras, la chica activista ha encontrado el suero y se lo inyecta a todos los perros devolviéndoles su vitalidad y su fuerza. Por suerte todo termina en paz para los perros y los malvados terminan en la cárcel, no sin haberle donado Kobayashi un riñón para su sobrino y salvándole la vida.
La película está realizada con una técnica de animación que no es la de Disney ni la de Pixar y DreamWorks sino que es casi una "stop.motion" con caracteres generados por computadora y es muy agradable de ver y de disfrutar. El film tiende un puente pacifista hacia toda la matanza indiscriminada de especies animales y es una reivindicación de la vida animal, a la que festeja. Nos enseña a escuchar a nuestros perros y a sacar enseñanza de ellos de su propia boca. ¡¡¡Ay, sería tan lindo si los perros pudiesen hablar y contarnos lo que les pasa por la cabeza!!! Esto, la magia del cine lo vuelve realidad. Una película que nos hermana con nuestros parientes, los animales, y que es un gran canto a la vida, sólo que debido a algunas truculencias y a hablar de forma franca el lenguaje animal no la hace recomendable para los más chicos. Es un dibujo animado para adultos exclusivamente. ¡Y es una maravilla, de la mano genial de Wes Anderson, que tuvo una excelente idea!
Y gracias por leerme nuevamente hasta acá.
El Conde de Teberito (Un crítico independiente).



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