martes, 20 de agosto de 2019

Mi crítica de "Los Pájaros" (Cine-Alfred Hitchcock-1963)

Existen películas cuya idea viene como un flash y se dirigen impulsivamente. Existen otras que se imponen a fuerza de coincidencias. "Los Pájaros" pertenece a esta segunda categoría.
Nos encontramos a principios del año 1960, Hitchcock se prepara para viajar a Europa donde debe presentar "Psicosis". Por casualidad repara en un artículo del "Santa Cruz Sentiniel" que cuenta como más de mil pájaros descendieron por una chimenea en una casa de La Jolla, California. Destruyeron todo a su paso y uno, además hirió a la dueña de casa. Entonce Hitchcock se acordó de un cuento largo de Daphné du Murier cuyos derechos había comprado en el momento de su publicación, en 1953. Pero por más que lo leía y lo releía no encontraba la forma de hacer una película a partir del cuento. Si bien el clima le gustaba, la trama era inconsistente, y los personajes, transparentes.
Hitchcock prefiere seguir trabajando en dos proyectos más avanzados, una adaptación de "Trampa para un hombre solo", una obra de un autor francés, Robert Thomas, y un guión original acerca de un piloto de avión que debe lanzar una bomba atómica. Pero esos dos proyectos no lo satisfacen por completo, después del triunfo mundial de "Psicosis" siente que el público espera algo diferente. Él mismo quiere probar que merece ese Oscar al mejor director que se le escapó cinco veces. Por lo tanto necesita un tema verdaderamente excepcional. En un primer momento piensa encontrarlo en una idea que le sugirió el guionista Ernest Lehman: un pianista ciego de nacimiento recupera la vista luego de un transplante. Cuando llega a Disneylandia, el primer sitio que quiere ver, comprende que le han puesto el ojo de un hombre asesinado y que ese ojo guarda en la memoria... ¡el rostro del asesino! Por desgracia, Lehman experimenta mil dificultades para desarrollar la historia de manera coherente. Peor aún: Walt Disney hace fracasar definitivamente el proyecto al anunciar a la prensa que no permitirá a sus hijos ver "Psicosis" ¡y menos aún que el director filme en su parque de diversiones!
Para no perder la mano, Hitchcock se dedica a la televisión: filma "El Jugador" y "¡Bang! Estás muerto". Retomará "Los Pájaros" unos días después de cumplir sesenta y dos años. "Casas invadidas por pájaros de mar", anuncia esta vez el diario. "El ataque fue de una  increíble violencia y no se dirigió contra una sola casa: los pájaros arruinaron faroles, destruyeron autos, rompieron ventanas, hirieron a los peatones". Una cosa interesa en especial al cineasta: el ataque fue dirigido por buitres y por aves de rapiña y no por pájaros comunes. La angustia de todos los días.
Hitchcock se sumerge de nuevo en el texto de Daphne du Murier. Casi sin ilusiones. Sin embargo, esta vez tiene el disparador ¿le falta una verdadera dimensión novelesca al cuento? Qué importa: basta con contratar a un novelista para que escriba una adaptación.
Su elección apunta a Evan Hunter. Hitchcock le da una sola consigna: "mi intención es meter miedo a la gente, ¡Mucho más que con 'Psicosis'!" Evan Hunter entonces elaboró una historia mezclando "love story" y suspenso. Hitchcock no dejó de cuestionar el trabajo de su autor. "Cuando la gente va al cine -explica- se sienta y dice: ¡Muéstrenme! Después desean anticipar. ¡Adivino qué es lo que va a ocurrir! Y estoy obligado a aumentar el desafío. ¿Ah sí? ¡Y bien, vamos a ver! En 'Los Pájaros' procuré que el público nunca pueda adivinar cuál será la próxima escena"-
Antes de ponerse a trabajar en el guión, Evan Hunter se había preocupado: "¿Tengo que tener en cuenta los problemas técnicos que puedan suscitar los pájaros?" "No se preocupe por eso -le respondió el director- El servicio de decorado y el equipo de efectos especiales está allí para resolverlo".
De los 1.500 planos que cuenta el film, casi en 400 aparecen los pájaros. Una verdadera locura en una época en que las imágenes de síntesis no existían y los trucos posibles eran mínimos, sobre todo en las películas en colores. Pero Hitchcock estaba rodeado en esa oportunidad por los mejores especialistas del género, comenzando por Robert Boyle, que había colaborado con él para los efectos especiales en "Intriga Internacional". "La pregunta que inmediatamente me tiró a la cabeza era saber si era factible o no -contará Boyle-. Llevé a cabo mi pequeña investigación. No hay nada de revolucionario en la película. Nadie puede decir que una técnica se remonta a "Los Pájaros". Nos contentamos con trabajar los procedimientos conocidos hasta el extremo". Según Hitchcock la secuencia más compleja es la del final, en la que los personajes se alejan en auto hasta el centro de un paisaje lleno de pájaros. "Requirió dieciséis sobreimpresiones en el mismo fragmento de la película -revelará-. Un pequeño fragmento fue filmado en una ruta con quinientos patos pintados de gris. Los pájaros que están en el fondo se filmaron en sobreimpresión. Este trabajo fue terriblemente complicado. Es impresión óptica. Un experto de Disney era el responsable de eso. Por lejos, es el plano más difícil que jamás he filmado en mi carrera".
Leyendo el cuento de Daphné du Murier, Robert Boyle había tenido la idea de la tonalidad total de la película. "Para los primeros esbozos -explicará- me había inspirado en el cuadro de Edward Munch 'El Grito', que expresa un sentimiento interior de desaliento intenso y locura en un lugar salvaje y solitario. Exactamente lo que deseaba Hitch. Él quería un acercamiento subjetivo para que el público participara de las emociones y los sentimientos de los personajes y compartiera también su miedo a los peligros físicos". Alfred Whitlock realizó sus pinturas en vidrio con esa idea. Son utilizadas, en general, para los planos amplios. Pero el problema esencial era filmar las escenas donde los pájaros atacaban. ¿Utilizar pájaros mecánicos? Fue la solución que Hitchcock adoptó, particularmente en la escena en la que Melanie se encuentra en la cabina telefónica y en la escena en la que los niños huyen. Lo que no impide que la mayor parte del tiempo, prefiriera recurrir a pájaros verdaderos. Ray  Berqwick adiestró cientos de gaviotas, cuervos y cornejas para salir en el momento justo y para abatirse en la cabeza de los actores. ¿Sencillo? Eso es olvidar que había que encontrar los pájaros: "Nos habían prometido desde el comienzo todos los cuervos que necesitáramos, pero fue casi imposible atraparlos. Tuvimos que criarlos a partir de huevos. Para las gaviotas, estaba la SPA. Es una especie protegida, y por lo tanto se necesitan autorizaciones. Eran bastante sencillas de dirigir, puesto que se las atraía con alimento y se las atrapaba con la vareta".
De todas las escenas con pájaros reales, la más impresionante es aquella en la que Melanie queda atrapada en el desván: atacada por los pájaros, se desploma y se desvanece antes de que Mitch la salve. Hitchcock había prometido a su intérprete, 'Tippi' Hedren, que usaría pájaros mecánicos, pero no cumplió con su palabra: no era lo suficientemente realista. Cuando la actriz llegó al set el lunes por la mañana, Hitchcock le dijo que  su asistente, James Brown, le informara que utilizarían verdaderas gaviotas. "No había ningún precedente de este tipo y nadie sabía a qué atenerse -contará la actriz-. Todos pensábamos que podíamos hacerlo rápidamente, y nadie esperaba eso más que yo".
Error: los pájaros estaban atemorizados por los gestos que debía efectuar 'Tippi' Hedren para defenderse. En lugar de atacarla, huían. Hubo que lanzar decenas y decenas de pájaros sobre la actriz para lograr los planos necesarios. Por la noche, Hitchcock estaba lejos de haber concluido la escena. Fue necesario volver a comenzar al día siguiente. "Día tras día, durante una semana entera, soportó todo eso -contará Jessica Tandy-. Ella estaba sola en la habitación transformada en jaula y actuaba frente a esos pájaros que se abalanzaban sobre ella. Y, con los cambios de ropa y de maquillaje y toda la sangre, ni siquiera podía ir a almorzar a la cantina. No comprendo en realidad cómo lo hacía". Hitchcock, que nunca tuvo fama de ser particularmente tierno con las actrices (llegaba incluso a tratarlas de "ganado"), estaba completamente conmovido. "Hitchcock quería filmar la escena -comentará Evan Hunter-, pero algo en él no lo deseaba y todo el mundo podía ver cuánto se preocupaba".
Fue el viernes por la tarde cuando se produjo el accidente: una gaviota se lanzó sobre los ojos de 'Tippi' Hedren: "Me cortó el párpado inferior y me puse histérica", contará ella. Llevaron a la actriz a su casa, pero como el lunes a la mañana seguía tan impresionada, tuvieron que llamar a un médico. Resultado: la filmación fue interrumpida una semana. Desde entonces, Hitchcock no perdió nunca la ocasión de parafrasear a Oscar Wilde: "Sólo se mata a lo que se ama".
Con "Los Pájaros", Hitchcock dirigió su película más ambiciosa desde el punto de vista técnico, pero también la más cara. "No teníamos la sensación de que pudieran decirnos que estábamos gastando demasiado" -comentará más tarde Alfred Whitlock, el ilustrador-. Sin embargo, Hitchcock no tenía las manos libres por completo. Por otra parte, como no deseaba escatimar en los efectos especiales, renunció a contratar grandes figuras, contrariamente a su costumbre. "La estrella son los pájaros" -contestó tajante-. Además, temía que a los actores conocidos les resultara repugnante comprometerse para una filmación que se anunciaba larga, pesada e incluso peligrosa. Después de haber pensado, por ejemplo, en Anne Bancroft para interpretar el papel de la maestra, prefirió conformarse con Suzanne Pleshette.
Para el papel de Melanie, eligió a una total desconocida. Una joven modelo quien nunca había hecho cine: 'Tippi' Hedren. Mirando televisión, la observó por primera vez, actuaba en una publicidad de bebida para adelgazar. Fascinado por su color rubio, que le recordaba a Grace Kelly, Hitchcock dio enseguida la orden para que la encontraran. Sus asistentes no perdieron el tiempo: ¡la recibieron al día siguiente! Durante el fin de semana, Hitchcock consultó su press-book y miró los espacios publicitarios que ya había filmado. El martes, su director de producción le propuso un contrato exclusivo de siete años con Alfred Hitchcock. A cambio, ella recibiría 500 dólares por semana. Era menos de lo que ganaba hasta ese momento, pero su profesión de modelo era insegura  y sobre todo, debía enfrentar obligaciones familiares, criaba sola a su hija de cuatro años. "Nunca había sido mi ambición ser actriz, y mucho menos estrella de cine. Nunca lo había considerado para mí. Era modelo y había venido a Los Ángeles no sólo para conseguir mejores contratos que en Nueva York, sino también porque quería ver crecer a mi hija en una casa con jardín en un barrio donde pudiera jugar y pasear".
En ese momento, 'Tippi' Hedren pensó que Hitchcock le confiaría sólo pequeños papeles en sus producciones televisivas. Pero después de su primer encuentro comprendió que Hitchcock pretendía algo distinto para ella. Él pidió a su modista preferida Edith Head que se ocupara de su guardarropas. "Gastó tanto dinero para ofrecerme un guardarropas personal como el que gastaba en mi salario de un año". Unos días después dirigió él mismo los primeros ensayos de su joven protegida. Para la ocasión, había hecho reconstruir los decorados de "Rebecca", de "Notorius" y de "Para Atrapar al Ladrón". ¡Nunca los ensayos habían costado tan caros! La joven estuvo notable. Sin embargo, Hitchcock le recomendó que engordara, y le encargó ¡una bolsa de cincuenta kilos de papas! Unas semanas después, antes de comenzar la filmación de "Los Pájaros", Hitchcock tomó una decisión de extrema importancia para el conjunto de la película: 'Tippi' Hedren interpretaría el papel principal. Como verdadero Pigmalión llego hasta a modificar la caligrafía de su nombre. Decidió que en los afiches, su apodo, Tippi, estuviera  rodeado no por dos comillas sino por una. Fue así como Tippi se convirtió en 'Tippi'. Después de "Los Pájaros" filmará otra película para Hitchcock, "Marnie", antes de desaparecer de la pantalla. Será por siempre la criatura de Hitchcock.
Y gracias por leerme nuevamente hasta aquí.
El Conde de Teberito (un crítico independiente).

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