miércoles, 4 de mayo de 2016

Mi crítica de "Abzurdah" (Cine)

Por fin, después de muchas idas y vueltas entre lo sublime y lo espantoso, pude ver "Abzurdah", la película debut de la "China" Suárez. Si el peor pecado que puede cometer una película es aburrir, quédense tranquilos que acá eso no se da, ya que tiene un ritmo vertiginoso, cercano a la estética del video clip y la película no carece de atractivos, ahora tampoco es la octava maravilla del mundo. Dijo alguna vez Dolina que él soñaba mucho, ideas interesantísimas para otras tantas novelas o cuentos o películas, pero se las olvidaba al despertar. Entonces empezó a dormir con un block al lado de la cama. Una noche soñó algo maravilloso, se despertó y lo anotó. A la mañana siguiente, cuando fue a ver su anotación, esta decía: "un chico y una chica se enamoran". Y es que el amor es algo maravilloso, es una de las fuerzas más poderosas, pero también puede ser autodestructivo como en el caso de este film. Historias de amor se han contado en toda la humanidad, desde los amoríos de los dioses griegos y romanos, pasando por las obras del gran bardo inglés  ("Romeo y Julieta" y "Noche de Reyes", por citar una ultra conocida y otra no tanto), hasta llegar a esta, signada por la era de la informática y del chat.
"Abzurdah" es el nombre de chat de Cielo, una adolescente de 17 años que como todas las adolescentes viven sus primeros amores con una fuerza descomunal, rondando la obsesión o la desesperación (¡cuántas chicas han muerto en nombre de un amor!). Y lo que le pasa a Cielo es que se enamora perdidamente de un hombre 10 años mayor que ella, Alejo (Esteban Lamothe, siempre en su rol de boludo que le sienta tan bien) y la seduce primero por chat hasta que logran juntarse y después de unos devaneos erótico-sexuales-amorosos, logra desvirgarla como a la décima vez. Ella vive en La Plata y él en Avellaneda, se ven siempre en el departamento de él hasta que un día decide que se cansó de ella y de su loca obsesión. Ella hará de todo para recuperarlo, le suplicará, de rodillas, irá a verlo bajo la lluvia, se le entregará como una prostituta... pero él ya ha conseguido otra novia y está decidido a no verla más. La relación con la madre de Cielo es tirante (una Gloria Carrá cada día más fea, avejentada y a la que le calzan a la perfección los papeles de mala), mientras que con el padre es más distendida (Rafael Spregelburg, siempre correcto... Electra debe estar sonriendo) y no la dejaban que se viera con el muchacho. Entonces a Cielo no le da mejor idea que volverse anoréxica (son las que vomitan en el baño todo lo que han comido) y que siempre se ven gordas. Tanto va el cántaro a la fuente... que termina poniendo un blog en Internet para otras chicas anoréxicas que le cuentan sus traumas. Cada vez que ella tiene un desencuentro o un desplante con Alejo, vienen los dedos en la garganta... Incluso la relación, con sus tironeos seguirá hasta casi el final de la película, hasta que la violencia de género se hace presente, pero ni así deja de amarlo. Ella decide irse a estudiar a la Capital Federal y para eso se alquila un departamento sola, en donde recibe a Alejo o hace sus "fiestas" (debo aclarar que le es fiel sexualmente al salvaje). Pero los padres  empiezan a preocuparse por su extrema delgadez (que nunca está mostrada explícitamente, sólo se la ve con ropas bien sueltas o en primeros planos donde no se ve el cuerpo) y la lleva a ver a un psicólogo que le aconseja la internación u hospital de día más terapia, ella se niega a cualquiera de las dos soluciones. Se autoinflinge dolor, ya sea con una tijera o cortándose con un cuchillo hasta que decide poner fin a su vida con pastillas (todo por un tipo que no la merecía). Logran salvarla de la muerte anunciada y ella confiesa haber estado muerta desde hace mucho tiempo atrás. El corolario es que con el tiempo pudo salir de todo esto y llevar una vida normal a los veintipico. La historia es verídica y el libro en el que se basa es de Cielo Lanteri, quien se ha casado y es madre de dos hijos.
¿Todo esto para qué? Para hablar de las locuras del amor adolescente y (como "tema serio"), de la anorexia. Pero se podría haber tratado con una base científica más confiable, no "cada vez que algo me sale mal me pongo los dedos para vomitar", tal parece ser el recetario de vida de Cielo. O agarrarme a cuchilladas. Bueno, una película más, que se deja ver con interés, pero a mí me produjo más rechazo que afecto por la pobre Cielo. La actuación de la "China", para ser un debut, es correcta, sin estar para el Oscar como la postulaban algunos medios, la chica es hermosa, tiene buen cuerpo, es seductora y más haciendo de chica de 17 ("Volver a los 17, después de vivir un siglo, es como descifrar signos, sin ser sabio competente...") y para los que esperábamos más de ella, le deseamos una segunda oportunidad, en un papel no tan odioso y patológico. La música de Soda Stereo, como todo lo que hacen estos muchachos, es insoportable, suerte que hay poca. Y el tratamiento de los personajes está mal hecho, de la única que podemos saber algo es de Cielo, ya que Alejo está muy esquematizado y las amigas que aparecen por ahí son puro adorno, igual que el frío papel de los padres. Un 3 en guión, no aprobó, se va a marzo. De una película que aún así, sigue teniendo algún atractivo. Para verla una sola vez.
Y gracias por leerme nuevamente hasta acá.
El Conde de Teberito (un crítico independiente).

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