miércoles, 4 de mayo de 2016

Mi crítica de "Carol" (Cine)

Acabo de ver en DVD una película excelente, nominada para varios Oscars y sería injusto que no se quedara con ninguno. La película en cuestión es "Carol", del estupendo director Todd Haynes ("Velvet Golmine", "Lejos del Cielo) y está protagonizada por Cate Blanchett y Rooney Mara, ambas nominadas como Mejor Actriz y Mejor Actriz de Reparto respectivamente (¿alguien me puede explicar el "reparto" de Rooney Mara ya que es tan protagónica como la Blanchett?).
Bueno, la cosa va así. Estamos en la década de los '50. Una mujer de clase alta acomodada, Carol Aird en pleno divorcio con su marido Hauge se enamora frontal y perdidamente de una jovencita, Therese Belivent, quien a la vez tiene una relación con un tal Richard. Las mujeres no se cuestionan si lo que hacen está bien o está mal, se apasionan estando juntas y compartiendo momentos y chau. Cuando a Carol el marido se lleva a su hija, ella decide convertir la película en una "road movie" y se va hacia el oeste con Therese. La película está plagada de sutilezas y sobreentendidos, el primer beso entre ambas y posterior encamada llega a la hora y cuarto de las dos horas del largometraje, todo lo demás son encuentros, conversaciones, miradas (ay, si las miradas mataran, esas que se largan Cate Blanchet y especialmente Mara, que derriten el hielo...), todo filmado muy bien, con gran profusión de planos detalle (ojos, manos, guantes, labios, mentones) y con una fotografía de grano grueso fruto de la prodigiosa luz de Ed Lechman, el Director de Fotografía, también justamente nominado. La cámara del director está siempre en el lugar exacto donde debe estar, jugando con el fuera de campo de una forma muy sutil y singular.
Que Cate Blanchett era una gran actriz ya lo sabíamos, pero acá demuestra su autoridad en dos escenas especialmente, la primera coincide con la primera cena entre ellas dos, donde juegan un juego de gato y ratón a ver quién caza a quién, y la segunda cuando, en presencia de los abogados decide dejarle la tenencia de su hija a su marido, en una combinación de angustia, certeza, neurosis y llanto difícil de emular y de olvidar. Rooney Mara, como Therese, se come la película con su belleza, con sus enormes ojazos y su desparpajo, está excelente también y tiene varias escenas di bravura.
Podemos rastrear en el cine más reciente otras notables películas sobre lesbianismo, eligiendo al azar "Cuando cae la noche" (Patricia Rozema, 1995), también delicada y sutil aunque con escenas bastante sugerentes; "Escándalo" (Richard Eyre, 2006), también con Blanchett y una profesora lesbiana interpretada magistralmente por Judi Dench, que trataba de acercarse a la otra profesora más joven, una película excelente y sin escenas de golpes bajos, y finalmente la laureada en Cannes "La vida de Adéle" (Abdellatiff Kechiche, 2013), con escenas eróticas muy subidas de tono que rayaban en lo porno sin caer nunca en esa categoría, y que convirtieron a la película en una obra de arte. Ahora se les suma esta, y si bien Cate Blanchett ya está grandecita, sabe muy bien como conquistar a su presa, y si no es una actriz eminentemente bella, la seducción que acá emplea, suple muy bien todo lo que le pueda faltar. Y no deja de ser una historia de amor con desenlace triste (la película empieza por el final, en la última conversación entre ambas), pero se paladea muy bien durante todo su metraje. Therese es fotógrafa aficionada y va dejando trozos de su vida en esas fotografía que saca, primero de árboles, animales y casas, y luego de su amada Carol. Realmente Therese se muere de amor por Carol y se lo demuestra, es por eso que su decisión final suena a desgarro. Claro que Carol también está loca por Therese, pero al verse descubierta por un detective mercenario quien graba todas las cintas de los distintos encuentros entre ambas y presentado como prueba ante el marido para tramitar el divorcio y la tenencia de su hija, decide despojarse de su amante y dejarla librada a su suerte. Therese vuelve a interesarse por los hombres si bien el recuerdo de ese amor la dejó atravesada por el deseo y la pasión de un amor verdadero.
Qué más les puedo decir, la película todavía está en cartel (recién se estrena) así que corran a verla o bájenla como hice yo. Síganme que no los voy a defraudar...
Realmente con todo el esplendor de una gran obra de arte.
Gracias por leerme nuevamente hasta acá.
El Conde de Teberito (un crítico independiente).

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