jueves, 5 de mayo de 2016

Mi crítica de "El Hombre de la Mancha" (Vers. Raúl Lavié) (Teatro)

A mi visión de esta obra emblemática dentro del teatro musical en la versión de Pepito Cibrián, el año pasado, sumo ahora esta, protagonizada por Raúl Lavié en el rol del Quijote, Omar Calicchio en el de Sancho Panza y Andrea Mango en Dulcinea/Aldonza. Es imposible no caer en comparaciones y hay pérdidas y ganancias por ambos bandos. El argumento es el mismo: don Miguel de Cervantes es recluido en una prisión por obra de la inquisición y deberá ser juzgado, pero antes sus compañeros de celda, asesinos, ladrones y maleantes de la peor calaña deciden hacerle un juicio previo en el que el acusado tiene que defenderse. Y como don Miguel es poeta y lo único que sabe hacer es escribir, decide poner en escena, con la ayuda de los presos, episodios de la vida de su personaje más célebre: el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Y ahí va Cervantes, ayudado por su fiel Sancho a escenificar, mediante actuación y canciones la vida del Quijote. Lo primero que salta a la vista es que esta versión es mucho más corta que la de Cibrián, y lo hace resumiendo las largas parrafadas salidas del libro (que ya todos bien conocemos) en favor de las canciones. Sí, éste es un verdadero musical, donde no pasan cinco minutos sin que haya alguna canción. Y como las melodías de la obra son todas muy bonitas y atractivas, sale ganando en comparación. La hora cincuenta que dura este espectáculo compite con las casi tres horas del de Cibrián, lo que lo hacían muy pesado, sobre todo en lo que a texto se refería.
Otra a favor es la inclusión de mujeres en el elenco. La puesta de Cibrián contaba solo con hombres (a excepción de la Milone como Dulcinea) teniendo que desdoblarse estos en los papeles femeninos, que por otra parte lo hacían con solvencia. Pero acá enriquece la presencia de las féminas, sobre todo en los ensambles de voces que constituyen un verdadero coro. Además es justo que los papeles de la sobrina y la criada sean interpretados por mujeres, sobre todo en la bella partitura "Lo hace todo por él", en la que se lucen. Está de más decir que en los momentos corales es mucho mejor con voces femeninas auténticas en el reparto. Además que la voz de Lavié es mucho más potente y masculina que la de Cibrián, si bien la figura delgada de este va mucho más acorde con la del Quijote que la maciza y robusta de aquel. Omar Calicchio también posee buena voz y la gracia suficiente para adoptar la piel de Sancho, y una ignota Andrea Mango tiene muy buena voz y una espléndida figura para trabajar a su prostituta/doncella Aldonza Lorenzo/Dulcinea del Toboso, lástima que no se la haya visto más seguido en producciones nacionales de este tipo. Debo dejar constancia que este espectáculo es de la temporada 2005/2006, producida por Romay en El Nacional.
Y al escenario de El Nacional vamos. Como es sabido es mucho más amplio que el del Maipo y por lo tanto en este último quedaba mejor representada la situación de encierro, ayudada por unas rejas bien colocadas y en El Nacional la sensación de libertad es mayor, lo cual conspira contra la obra. Hay más espacio para moverse, para la inclusión de grandes escenografías (en comparación con la de Cibrián que era minimalista y casi toda la obra la misma) y hasta la aparición de un elevador para el tramo final. Acá salió perdiendo la que nos ocupa hoy. Gracias a Teatrix pude acceder a esta puesta de diez años atrás que no había podido ver en su momento, es de las 4 obras que comparten durante el mes de febrero solamente.
Pero bueno, el saldo es positivo (nuevamente la comparación) por su duración y agilidad (tampoco pude ver la versión de Sacristán/Paloma San Basilio, que me comentó una amiga que fue pesadísima). Sería bueno, si se pueden acercar a esta versión para disfrutar de una obra que tiene en "El Sueño Imposible" (casi un aria di bravura) todo un himno al amor, al coraje y a la esperanza que ya está arraigado en el teatro musical contemporáneo. ¡Bravo por Lavié y Cía., han presentado un espectáculo muy digno! Al principio de la obra, en la introducción musical, la bailarina Sibila pone un toque de flamenco muy apropiado para la ocasión. Y entre el reparto podemos descubrir a figuras como Alejandro Paker, Laura Silva o Rodolfo Valss que ya son pilares de la escena nacional vernácula.
Gracias nuevamente por leerme hasta acá.
El Conde de Teberito (un crítico independiente).

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